El comportamiento
organizacional ha estudiado la motivación con la finalidad de dar respuesta a
la pregunta: ¿por qué trabaja la gente? Y para responderla, la teoría de las
necesidades concluye en lo siguiente:
Un trabajador motivado será
un trabajador en estado de tensión.
Para aliviar la tensión, el
trabajador desarrolla un esfuerzo que se convierte en comportamiento.
A mayor motivación, mayor
tensión y, consecuentemente, mayor esfuerzo.
Si ese esfuerzo lleva a la
satisfacción de la necesidad, se reducirá la tensión. Sin embargo, no todas las
motivaciones parten de necesidades congruentes con las metas organizacionales.
Por lo tanto, para considerar que a un trabajador le motiva su trabajo, las necesidades
del individuo deberán ser compatibles con las metas de la organización. Muchos
trabajadores realizan grandes esfuerzos para satisfacer necesidades que no son
compatibles con las metas de la organización.
Indudablemente, las
diferentes teorías sobre motivación no siempre son aplicables a todas las
realidades y en todos los países. Dependerá de la cultura, las costumbres, los
valores, las situaciones sociales o económicas y otros factores, que
condicionarán el modo de pensar y actuar de los trabajadores.
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